San Petersburgo es la segunda ciudad en importancia de Rusia, con 4.600.310 habitantes (2010) y un área metropolitana de 5,85 millones. Está enclavada en la Región de Leningrado, nombre que compartía con la ciudad durante la época soviética (1924-1991).
Los otros nombres de la ciudad fueron Petrogrado (1914-1924) y Leningrado (1924-1991).
Fue fundada por el zar Pedro el Grande el 16 de mayo de 1703 con la intención de convertirla en la "ventana de Rusia hacia el mundo occidental".2 A partir de entonces se convirtió en capital del imperio ruso durante más de doscientos años hasta que tras la revolución rusa la capital del país regresó a Moscú.
Actualmente San Petersburgo es la segunda ciudad más grande de la Federación Rusa y una de las ciudades más grandes de Europa. El centro de la ciudad es considerado por la Unesco, patrimonio de la humanidad. San Petersburgo es además sede de la corte constitucional de Rusia.
La abolición de la servidumbre en 1861 por parte del Zar Alejandro II de Rusia provocó una fuerte corriente de inmigrantes pobres provenientes de todas las partes del país. La mano de obra barata permitió un intenso incremento de la industria en la segunda mitad del siglo XIX y San Petersburgo se convirtió en uno de los ejes industriales más grandes de Europa. En consecuencia, surgieron a su vez los movimientos obreros radicales.
La revolución de 1905 tras la derrota en la guerra ruso-japonesa comenzó en San Petersburgo y se extendió rápidamente por otras provincias. Como consecuencia el Zar Nicolás II autorizó la creación del primer parlamento ruso o Duma.
Durante la Primera Guerra Mundial, se decidió que San Petersburgo era un nombre demasiado germánico para la ciudad y se le cambió por el de Petrogrado el 31 de agosto de 1914.
En 1917 San Petersburgo vio los primeros movimientos de la Revolución rusa. En primer lugar se destituyó al zar Nicolás II de su cargo y se colocó en la ciudad un gobierno provisional. En octubre una segunda fase de la revolución hizo que el poder pasase a los Soviets y fue formado el primer gobierno soviético de bolcheviques y socialistas revolucionarios (SR) de izquierda. El líder bolchevique Lenin decidió trasladar la sede del gobierno de San Petersburgo a Moscú, por estar más alejada de los frentes de la Guerra Mundial y de los núcleos antirrevolucionarios. Moscú se convirtió en capital desde entonces hasta el día de hoy.
En 1924, tras la muerte de Lenin, San Petersburgo tomó el nombre de "Leningrado" en su honor.
La pérdida de la capitalidad trajo un descenso poblacional a la ciudad, que se redujo a un tercio de lo que era en 1915.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Leningrado fue sitiada por las fuerzas armadas de la Alemania Nazi (Wehrmacht) desde el 8 de septiembre de 1941 hasta el 27 de enero de 1944, un total de 29 meses. Por orden de Adolf Hitler, la ciudad era constantemente bombardeada y sistemáticamente privada de sus suministros.[cita requerida] Se calcula que este asedio produjo la muerte de más de 1.500.000 de personas, de las cuales cerca de 1.000.000 eran civiles.[cita requerida] El 1 de mayo de 1945 (oficialmente el 8 de mayo de 1965) le fue otorgado a la ciudad el título de Ciudad Heroica.
Tras la guerra la ciudad sufrió la época de las purgas de los dirigentes soviéticos.
Después del colapso de la Unión Soviética el 12 de junio de 1991, el 54% de la población decidió restaurar el antiguo nombre de la ciudad, los de 39 calles emblemáticas y los de seis puentes. Tres meses después también se recuperó el escudo concedido a la ciudad por la emperatriz Catalina la Grande en 1780.
Pasear por sus calles es como adentrarse en el interior de un país de leyenda, donde la más original de las fantasias se ha convertido en realidad. Quizás alguno de los personajes propios de la fantasia, utilizando sus poderes inspiró a los zares. Serian ellos, quienes después, pondrian esa magia en las manos de los hombres para construir majestuosas ciudades llenas de encanto. Encanto que se plasma en edificios de enormes dimensiones con su decoración hermosa que extrañamente los hace parecer ligeros, museos con colecciones únicas en el mundo, exquisitos parques y jardines, una red de metro que es una auténtica obra de arte y, sobre todo, un pueblo formado por personas de distintas razas que no pierde jamás la sonrisa.
Hay varias formas de visitar la ciudad de San Petersburgo; por nuestra cuenta, por lo que deberemos tramitar un visado individual, se recomienda hacerlo con bastante antelación. A través de un operador español que nos reserve algún servicio o visita en la ciudad, o realizando los tours que nos ofrece la compañía, esta última opción es bajo mi punto de vista muy interesante, aunque tiene el inconveniente que no se puede abandonar nunca al grupo.
Hay que tener en cuenta que es una magnifica y gran ciudad, para poder hacernos un poco a la idea, es recomendable permanecer en ella un mínimo de dos días (1 noche), menos tiempo sólo nos permitirá hacernos una idea genérica, para poder volver en un futuro, con la opción de dos días, exceptuando el poder hacer una exhaustiva visita al Hermitage, cosa que necesitaríamos no menos de un mes, nos permite haber conocido la ciudad de manera más completa.
El Palacio Peterhof y alrededores - Construido para rivalizar con Versalles, el palacio se sitúa encima de una colina que domina todo el Golfo Finlandia. Pedro el Grande diseñó el parque que rodea el Palacio, en total más de 121 hectáreas , y supervisó el diseño de las fuentes de Palacio.
La Gran Cascada - la fuente más famosa de todas, destaca a Sansón que fractura las mandíbulas del león como cascadas de agua. Pequeñas fuentes alrededor forman también pequeñas esculturas.
Su paseo por el interior le muestra el Salón del Trono, el Salón de los Retratos, el Comedor Blanco y muchos otros interiores impresionantes.
Fortaleza de Pedro y Pablo - Al principio construido para proteger la ciudad del ataque sueco, la fortaleza pronto se convirtió en la “Torre de Londres de Rusia”, un lugar para encarcelar a prisioneros políticos - incluyendo al propio hijo de Pedro el Grande. Visite la Catedral de San Pedro y San Pablo - la estructura más alta de la ciudad en los días de Pedro el Grande y aún hoy sólo la torre de televisión lo excede en altura. El interior destaca por su gran decorado en oro, pinturas del siglo XVIII y las tumbas de muchos Zares y Zarinas, incluyendo la de Pedro el Grande y Catalina la Grande.
La Catedral de San Isaac - El Domo central principal de oro de la Catedral es uno de los más grandes en el mundo – Está cubierto por 99 kilos de oro puro y domina el horizonte de ciudad.
Alexander I comisionó la Catedral en 1818 y tardó más de tres décadas en terminarla. Después de la Revolución de Octubre de 1917 la catedral se reconvirtió en museo.
Hermitage - El antiguo Palacio De invierno del Zar y otros cuatro edificios más que acogen a una de las primeras colecciones de arte líderes en el mundo. Su excursión guiada visita las salas de exposición que contienen más de tres millones de trabajos de arte, incluyendo pinturas de Da Vinci, Rafael, Monte, Rembrandt, Renoir - por nombrar solo unos cuantos. Diseñado por Rastrelli, el Palacio Barroco de invierno presume de pisos de parqué decorados, escaleras adornadas, techos moldeados y decorados con diferentes citas doradas.
Palacio Yusupov - Construido en 1760, los Yusupovs, una rica y noble familia rusa adquirió el palacio en 1830. El palacio es el lugar donde fue asesinado el monje Rasputín, quien el Príncipe Félix Yusupov y la nobleza temía como influencia perniciosa sobre el Zar a Nicolás II. Visite los apartamentos magníficamente restaurados del palacio y deléitese con la exposición de fotografías, figuras de cera, y el salón del sótano real donde Rasputín fue envenenado.
Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada - Esta recientemente restaurada iglesia presume de un fantástico y bien adornado exterior "Estilo Ruso" y fue construida en el lugar del asesinato del Zar Alexander II el 1 de marzo de 1881. Se distingue por su pintoresca silueta y la decoración rica y vistosa. La fachada está decorada con azulejos de cerámica y ladrillos de colores.
EXCURSIÓN POR EL CANAL
Un crucero en un pequeño barco de 60 minutos de duración, al aire libre por el Río Fontanka, el Canal de Kryukov, el Río Moika y el Río Neva. Pedro el Grande concibió el Neva como la carretera principal de la ciudad y desde el principio, el río pasa por la totalidad del conjunto arquitectónico de la ciudad. Durante su viaje pasarán por numerosos y pintorescos puentes y podrán admirar los exteriores de los hermosos edificios de San Petersburgo.
La Plaza de San Isaac - Esta Plaza está situada al sur de la Catedral de San Isaac, conocida por su magnífico retablo de oro. En el centro de la Plaza de San Isaac se sitúa el monumento a Nicolás I - la estatua ecuestre que tiene sólo dos puntos de apoyo. Frente a la Catedral, a la orilla del Río Moika, se encuentra el antiguo palacio que fue construido para la Princesa María, la hija de Nicolás I. Hoy, el antiguo Palacio Mariinsky, que es la sede de la Asamblea Legislativa - el Consejo de San Petersburgo y de las Autoridades de la ciudad Hermitage y la Plaza del Palacio - La Plaza fue en su día sede del poder imperial, aquí se encuentran el Palacio de Invierno, oficinas estatales y la Columna de Alexander.
El crucero Aurora - Actualmente es un museo a la orilla oeste del Neva, el buque armado Aurora disparó sus armas como señal del comienzo de la Revolución Bolchevique.
El Jinete De bronce – Construido bajo la orden de la Emperatriz Catalina la Grande, el impresionante monumento está dedicado al fundador de San Petersburgo, Pedro el Grande, y se encuentra en la plaza de los Decembristas junto al Río Neva.
Las Columnas Rostral - Increíblemente detalladas, estos magníficos monumentos rusos conforman una parte de uno de los conjuntos arquitectónicos más elegantes en San Petersburgo.
Las columnas imitan la práctica antigua romana de mostrar las proas de barcos enemigos capturados sobre una columna.
Durante los dos días de excursión en San Petersburgo su autocar pasará por los distritos, barrios residenciales y suburbios de la ciudad mientras va en ruta hacia Peterhof, en el Golfo de Finlandia. Su camino de vuelta a la ciudad será un espectáculo fascinante pudiendo contemplar las antiguas mansiones habitadas en su día por la nobleza rusa y viendo el Parque de Alejandría.
Pasará por la Catedral de San Nicolás cerca de la Plaza del Teatro y vera los monumentos a los grandes compositores Rimsky-Korsakov y Glinka. También pasará por el Palacio Yusupov y el símbolo de San Petersburgo - el Jinete De bronce en la Plaza de los Decembristas. A través del Río Neva están los edificios más viejos de San Petersburgo, incluyendo el Palacio Menshikov, que siempre impresiona a los visitantes que visita el "Museo al aire libre. "
La aguja de oro del Almirantazgo" es un centro compositivo de la ciudad. No le permitiremos que se pierda entre los numerosos monumentos que veremos, ya que siempre estaremos en las calles principales de San Petersburgo.
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